Siete segundos bastan para enamorarse del multi-tonal mar turquesa de Cancún y entregarse al embrujo de sus aguas. Sus playas lo tienen todo y para todos; para viajar con amigos o en familia, en un escape romántico, de fiesta o, bien, en solitario.
Sus arenales poseen los anhelados componentes terapéuticos y hasta mágicos del mundo maya que, según comentan los locales, fueron los que conspiraron con los Dioses para que en tan solo unos años se haya convertido en el destino de playa más importante del país, al que llega el mayor número de vuelos, después del aeropuerto de la ciudad de México.
La columna vertebral de Cancún es el boulevard Kukulcán, uno de los corredores turísticos más bonitos de México que, por un lado, deleitará tu vista con los tonos multicolores del mar y la impresionante arquitectura de los hoteles y, por el otro con la majestuosidad de la Laguna Nichupté, hogar de cocodrilos, iguanas, ranas leopardo y un amplia variedad de aves.
En este boulevard pasa todo. Aquí se encuentra la zona hotelera en la que conviven en armonía los hoteles de lujo con grandes campos de golf, algunos all inclusive y uno que otro hostal. Malls, restaurantes, bares, cafés y el único museo maya del país, están albergados en esta ciudad. Precisamente, esta diversidad es la mayor riqueza del destino, ya que da la posibilidad al turista de hacer su viaje tan accesible o lujoso como lo desee: solo ven y escoge.
Si te desplazaras en línea recta sobre Cancún encontrarás sus famosas playas “albercas” como Chac-mool, Marlin, Ballenas, Delfines y Gaviota Azul, en las que podrás adentrarte hasta 20 metros en el mar de agua caliente sin que el agua sobrepase tu cintura.
Son, precisamente, sus cálidas corrientes marinas las que hacen de Cancún un paraíso para que los niños naden en el mar y para que los adultos realicen actividades acuáticas como el buceo, los paseos en yates, el snorkel y la pesca deportiva.
Este crisol de experiencias también se refleja en la oferta gastronómica, desde con antojitos típicos regionales de la cocina maya como son los panuchos y los salbutes sazonados con el mismísimo chile habanero, hasta platillos más elaborados en los restaurantes de nombre mundial distribuidos a lo largo del boulevard.
Una vez que se ha saciado el apetito y tomado el suficiente sol en los diversos clubes de playa, hay que voltear a la zona de manglares de la Laguna para tomar los paseos en lanchas rápidas y vivir una experiencia inolvidable.
Asimismo, se puede tomar un ferry y en tan sólo 10 minutos estarás comprando souvenirs en la emblemática Isla Mujeres o si le dedicas un poco más de tiempo llegarás a Cozumel, la isla más importante de México, reconocida en el mundo por su rica barrera de arrecife.
Pero si hay un punto común entre toda la oferta turística del destino es, sin duda, el entretenimiento. Cada hotel cuenta con un equipo especializado para la diversión de sus huéspedes donde la consigna es disfrutar la fiesta y conocer, por lo menos, uno de sus bares y discotecas con música para todos los gustos y habilidades de baile.
No importa qué día de la semana se elija para saltar de un bar a otro en la llamada “Zona Fiesta”. Siempre habrá un lugar abierto con tornamesa de beats electrónicos, DJ´s internacionales o grupos de salsa, dispuestos a recibir a cualquier turista que se la quiera pasar bien, sin importar su vestimenta.
Este es Cancún, el destino que lo tiene todo y que no decepcionará jamás.
3 imperdibles
- Viajar a la Isla Contoy, a 30 kilómetros de Cancún, una reserva natural protegida desde la década del 60 que sólo recibe 200 visitantes por día.
- Bucear en el Museo Subacuático de Arte (MUSA), el primer Parque Escultórico Subacuático del Mundo.
- Jugar en uno de sus 10 campos de golf, uno de los cuales ostenta la organización del PGA Tour, evento de talla internacional que cada año reúne a los mejores golfistas del mundo.
Más información: visitmexico.com
