Lo más reciente

Entrevista a Tom Hardy

Trabajar con Iñárritu es brillante, inspirador, pero también una pesadilla. Tengo suerte de vivir esa pesadilla.

– Tom Hardy

Apareció acompañado por su perrita –una bóxer recogida de la calle llamada Georgia–, su doble de escenas peligrosas, Jacob, y un estilo, literal, de homeless: pants, gorra y barba descuidada. Lo cierto es Tom Hardy llegaba directo de filmar en un lugar recóndito de las Montañas Rocosas, y eso marca tendencia, sin duda. Hardy es un tipo duro. Sólo deja atrás esa imagen cuando nos regala un sincero apretón de manos.

No sé qué papel interpreta exactamente en la próxima película de Alejandro González Iñárritu, el western The Revenant, pero sí lo puedo imaginar como un trampero legendario, un Davy Crockett, Jeremiah Johnson, todo un John Wayne. Hardy tiene ese componente heroico, mítico, del hombre duro y silencioso, aunque vaya en pants. Su trabajo en películas como la emocionante Warrior, el último trabajo de James Gandolfini, The Drop o como el malvado Bane en la última aventura de Batman, El Caballero de la noche asciende, lo atestiguan.

Puede que su papel en Mad Max: Fury Road lo lance definitivamente a la fama, pero ni su atuendo ni su discurso entusiasta y generoso, demuestran qué lugar ocupa ahora en la industria del cine. El objeto más preciado, el actor con quien todos los directores quieren trabajar. 

Entrevista a Tom Hardy - hardy_03-1024x696

No se te ve cómodo con el concepto de ser una estrella de Hollywood, ¿eres consciente de que el papel de Mad Max puede cambiar tu vida, convertirte en una celebridad?

No había pensado en eso, no sé que significa ser una celebridad. ¿A quién le importa? Yo sólo he hecho una película y lo he disfrutado muchísimo. George Miller ha creado algo maravilloso, una reinvención de su propia creación de hace treinta años, yo no he hecho nada. Es más, aún no soy nada. Nada de eso de lo que habla la prensa ha sucedido todavía, igual y luego me convierto en un completo desperdicio.

Sea como sea, seguro fuiste consciente cuando obtuviste el papel de Max que aquello marcaba un antes y un después en tu carrera, ¿cuál fue tu reacción?

De primeras, vomité… de forma metafórica, claro. Lo hablé con mi mujer, porque el trabajo significaba estar fuera de casa todo un año. Una vez que dije sí, empecé a sentir la presión, la gente va a estar mirándome todo el tiempo, pensé, no sé si voy a poder hacerlo. Además, me asustó lo icónico del personaje, Mad Max no soy yo, es Mel Gibson. Luego pensé en cuánta gente ha interpretado a Hamlet y, bueno, me tranquilicé.

¿Llegaste a hablar con él, con Mel Gibson?

Sí, sí, yo necesitaba hablar con él. George nos puso en contacto, tenía tanto qué decirle. Él, en cambio, no tenía mucho que contarme, sólo que estuviera tranquilo, que tenía su “permiso”, que fuera por ello con ganas, que me animaba a hacerlo. Luego dijo que estaba de acuerdo con mi elección porque yo estoy aún más loco que él. No sé si tenga razón, porque él sí que está bastante loco.

Hablas de George Miller, el director, como alguien muy especial, como un cineasta único, ¿qué lo hace tan especial para ti?

Cuando me contó cuál era su idea para la película yo lo miré y, bueno, soy un hombre bastante pragmático, y le dije: “George, esto de lo que hablas es como agarrar una montaña, voltearla y tratar de meterla a través de un colador de té”. George me miró y me preguntó, “¿Cómo te comes un elefante entero? Bocado a bocado”. Y eso es lo que hizo, lo que hicimos todos siguiéndolo a él. George no sólo tuvo una gran idea, sino que la llevó a cabo hasta el final. Eso es lo que diferencia a los hombres de los niños.

Hablando de directores, ahora estás filmando con Alejandro González Iñárritu.

Sí, The Revenant, con Leonardo Di Caprio. Alejandro es un cineasta brillante, muy talentoso y sensible… y muy duro. Trabajar con él es muy, muy duro, una pesadilla, pero tengo suerte de vivir esa pesadilla, porque es un director inspirador, que sigue poniéndose a prueba película a película. Sigue con su idea visual, la misma de Birdman, de rodar en un plano único, pero ahora nada menos que en medio de la naturaleza más salvaje. Alejandro no deja de retarse. Es un verdadero talento.

¿Birdman te gustó?

Sí, claro. Para mí es una película sobre nuestras neurosis, sobre qué tan ridículos y adorables somos. Lo complicados que podemos llegar a ser, “ahora quiero matarme”, “ahora no puedo decir la verdad”. En serio, gracias, Alejandro.

Entrevista a Tom Hardy - hardy_01-1024x696

Parece que tienes cierta predisposición por elegir personajes duros, peligrosos, ¿a qué crees que se debe esto?

A mí me gustan ese tipo de personajes, pero también me gustan otros. Lo que pasa es que me suelen llamar para eso. Seguro que hay quien piensa que soy realmente un lunático, y por eso puedo retratar personajes agresivos y duros, pero yo creo que no se pueden confundir mis personajes conmigo como actor, son dos cosas distintas. No soy un loco. Bueno, puede que sí lo sea un poco. Pero si esta idea de que lo soy me consigue trabajo tal y como me lo está consiguiendo, ok, que piensen lo que quieran, soy un loco.

Ok, puede que tú no, pero, ¿y tu personaje, Max? ¿Está loco o es el único hombre cuerdo que queda en el mundo?

Siempre pensé que Max sólo es alguien que quiere regresar a casa. Pero ya no existe su casa. Y todos los miembros de su familia están muertos. Es muy triste. Y en un mundo apocalíptico en el que no hay humanidad, él todavía añora eso, busca compañía. Por mucho que un ser humano esté destrozado, siempre tiene un deseo de conectar con otros, de comunicarse. Y cuesta llegar a eso, cuesta ser íntimo con alguien. Pero Max tiene que intentarlo, has de seguir intentando conectarte con eso, ser parte de ello.

Mad Max es un icono mundial, pero también un símbolo australiano, en principio iban a rodar allí, ¿qué sucedió? ¿Por qué cambiaron de idea?

Íbamos a filmar en Broken Hill, el lugar donde empezó la leyenda de Max, y de pronto cayó el mayor aguacero en años, y el desierto se convirtió en una pradera llena de flores. Preciosa, pero no habíamos ido hasta allá para filmar La novicia rebelde, así que tuvieron que cambiar la locación a África, a Namibia, en medio de la nada, sin comunicación. Un lugar maravilloso, muy tranquilo. Allá sí te das cuenta realmente de lo chiquitos que somos.

Antes de la filmación, les echaban tierra, lodo, arena y los encadenaban a un coche. Fue un rodaje muy físico, ¿cómo llevas ese proceso de rodar escenas tan extremas y peligrosas? ¿Qué podías hacer y qué no?

Todo estaba definido por el seguro. Ellos decían qué podía hacer y qué no. El criterio venía a ser que si al día siguiente no iba a poder rodar, mejor no rodaba el plano. Y ahí es donde mi doble, Jacob, entra en juego. Y Jacob sigue aquí, con nosotros.

Y, bueno, luego están los efectos especiales…

Hay muy pocos efectos en la película. Quiero decir que hay muchos efectos, pero muy pocos generados por computadora. Cada vehículo que sale en la película, estaba realmente ahí. Cada persona que ves que se arroja al suelo, cada accidente, pelea, choque, hombre lastimado, estaban ahí. Y todo en movimiento, sobre ruedas. Nunca dejábamos de movernos.

Entrevista a Tom Hardy - hardy02-1024x696

¿Cuál de las películas de Mad Max es tu favorita? ¿Cuál te sirvió para crear tu personaje?

Mis favoritas son la primera, y la segunda mitad de la segunda. La primera me gustó dramáticamente, emocionalmente. Al principio pensé: tengo que ver las películas, tengo que fijarme en ellas y ver el trabajo de Mel Gibson. Y luego me encontré con George Miller, y claro, aunque yo había hecho la tarea, no puedes contarle a George Miller de qué va Mad Max. Él es Mad Max. Es su reino, su mundo. Me tocó callarme y escuchar la mitología que hay detrás de ese mundo apocalíptico, todo lo que George ha pensado sobre ello, la cantidad de anotaciones, de dibujos que tiene sobre el mundo que creó hace tantos años.

Puede que no todos te hayan visto en esa extraordinaria película que es Locke en la que, durante hora y media, sólo está presente tu personaje manejando un coche mientras platica por teléfono, ¿es diferente para ti, como actor, afrontar una película pequeña, sin tantos recursos, que un gran blockbuster de Hollywood?

Para mí es lo mismo. Tanto un proyecto como el otro tienen la misma relevancia para mí. Si el trabajo es inspirador, sea en teatro, cine o televisión, me acerco de la misma manera a un proyecto pequeño que a uno grande. Lo importante es eso, encontrar un personaje que me inspire, y tratar de compartir la visión del director, del creador. Yo soy sólo un vocero, un altavoz.

El director es un experto en cine de animación. Tengo entendido que se basó, en parte, en el anime Akira para crear la película.

No me extrañaría. Y es que alguien capaz de dirigir Happy Feet y Babe, el puerquito valiente, y crear el mundo de Mad Max, merece todo mi respeto. Sí, la animación es importante para él. De hecho, tiene toda la película dibujada, plano a plano en un storyboard muy detallado. A George le gusta manipular a los actores como personajes de animación, te dice exactamente cómo poner el brazo y el pie. Pero, aunque yo haga más preguntas que sus pingüinos animados, entiendo que si eligió trabajar conmigo es porque quería trabajar con un hombre.

Agradecemos a Cine Premiere por la oportunidad de realizar la entrevista.