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ALFREDO ROSALES

OUR OWN JERRY MAGUIRE

Exfutbolista, administrador de empresas, sibarita y amante del buen vestir, el representante deportivo Alfredo Rosales nos cuenta su visión del deporte mexicano y cómo ha cambiado la mentalidad de los jóvenes para competir al tú por tú en cualquier escenario.

¿Cuéntanos cómo fue que decidiste entrar a este dark side del deporte y volverte representante de jugadores?

Siempre estuve ligado, de una u otra manera, al futbol. Pasé por los medios editoriales y de comunicación, relaciones públicas, mercadotecnia e incluso trabajé en el Club América, hasta que el camino se me dio para llegar a una agencia de representantes de jugadores. En esta agencia —una de las más importantes de México, que cuenta con grandes jugadores y grandes clientes— fue donde me di cuenta de que había un gran potencial en la industria y, sobre todo, que habían grandes áreas de oportunidad en el negocio. Mi principal idea fue enfocarme en los jóvenes y esta idea sigue siendo la base de la empresa que dirijo, Onze Sports. Creo que el ser joven y haber sido futbolista me permite ponerme en el lugar del jugador y saber qué le interesa y qué busca y por eso fue que decidí dedicarme a esto.

¿Qué distingue a Alfredo Rosales del resto de los representantes?

Para empezar, no me visto mal, ¡jajaja! En realidad es por el principio que decidí abrir mi propia empresa: “Menos es más”. Es una idea que saqué de la película Jerry Maguire y que amoldé a mi filosofía de vida, en la que creo que si le dedicas mucha atención, mucho esfuerzo a algo en específico, te va a dar mejores resultados.

Luego, creo mucho en el lado humano. Al trabajar con jóvenes es necesario servirles como una especie de guía, de líder. Hay que entender sus inquietudes, orientarlos, jalarles las orejas cuando es necesario, picarlos para que se salgan de su zona de confort y busquen ir por más. Un punto, además, creo que es la confianza y la comunicación que le brindo a mi representado, creo que si los dos nos trazamos los mismos objetivos y tiramos para el mismo lado podemos llegar a lo que nos proponemos, es decir, a lo más alto.

¿Por qué prefieres trabajar con los jóvenes?

Porque son el futuro. Si bien la carrera de un deportista es corta comparada con la de un abogado o un ingeniero, nosotros tratamos de creer en los jóvenes cuando nadie más cree en ellos y así buscamos tener una relación a largo plazo y que sea benéfica para ambas partes. No es lo mismo trabajar con un  jugador consolidado que con un joven; un jugador de 25 o 27 años ya tiene sus mañas o sus manías; en cambio, a un joven puedes guiarlo, puedes orientarlo. Mi idea es enseñarles desde un principio que deben ahorrar, administrarse, tener disciplina, ser profesionales y siempre conseguir su meta. Es por eso que vemos en los jóvenes nuestro principal target, pero eso no quiere decir que sea el único.

Últimamente los jóvenes mexicanos han tenido muchos éxitos deportivos, se pudo ver en Londres 2012. No solo se vio en el futbol, sino también en otras disciplinas. ¿A qué crees que se deba esto?

Principalmente creo que es un caso social, el mexicano ya no tiene ese miedo de triunfar. La verdad es que cada vez se pierde más ese temor de ser el número uno; y no solo se puede ver en los deportes, sino en cualquier ámbito o industria, ya sea en plano científico, académico o artístico. Obviamente se nota más en los deportes, por lo mediático que son, pero en general la juventud mexicana está destacando. En Londres se vio en el futbol y en los clavados, para Río de Janeiro 2016 seguro lo veremos en más deportes.

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¿Por qué ha cambiado la mentalidad del joven deportista mexicano hasta volverse hoy en día un caso de éxito?

Considero que en gran parte se debe a la globalización, a la apertura de la comunicación que se ha tenido en los últimos años. Hoy en día, a través de las redes sociales, la televisión, el internet, cualquier chavo tiene acceso a cualquier tipo de información y eso, a nivel cultural, te pone a la misma altura que cualquier otra persona y esto genera un despertar colectivo. Ya no importa si eres mexicano, sueco, suizo, alemán… al darse cuenta de que todos son iguales, se elimina ese temor. Hoy ya vemos que se tiene la capacidad y la calidad para ser los mejores, como se ha venido demostrando.

¿Cuál es la primera recomendación que le das a algún representado tuyo?

“No te distraigas de tu objetivo, no dejes de perseguir tus sueños”. Siempre tiene que estar consiente de por qué está en el lugar en el que está hoy; si llegó a un equipo de futbol, que no deje de tener en mente que lo principal fue el deporte y el gusto por hacerlo.

¿Cuál es la primera traba que se le presenta a un joven deportista con talento para poder conseguir su sueño?

La primera traba, en algunas ocasiones, se convierte en el primer incentivo; son las dificultades económicas. La mayoría de los deportistas nacionales se tienen que enfrentar, de primera línea, a los problemas sociales y económicos del país, por lo que desde muy jóvenes tienen que apoyar con trabajo en sus casas y muchas veces el deporte les quita ese tiempo de trabajo con el que ayudan. Pero a la vez, si es bien canalizado y ese chavo tiene sus objetivos bien definidos, puede convertir esa necesidad y esas ganas de sacar adelante a la familia en algo que lo impulse a lograr sus metas.

¿Cuál es el primer distractor que tiene un deportista joven cuando es profesional?

Pues más que uno solo es el famoso “Triángulo de las Bermudas”, como yo le llamo, que es: el dinero, la fama y la familia. Si estos tres no están bien alineados, bien encausados, pueden destruir a cualquiera, pueden hundir cualquier portaviones.

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En un medio tan viciado y corrupto, ¿cómo le haces para tener los pies en la tierra?

Un tema importante para mí es tener claro que por más transacciones importantes que me lleguen o altas cifras, los protagonistas son los representados. Al final del día si ellos no están bien, no andan bien, no juegan bien, nosotros no andamos. Efectivamente, es un medio corrupto y vicioso, como cualquier otro; la diferencia es que este es mediático, por eso se conoce más.

Algo que también me ayuda a aterrizarme es salir a dar una buena corrida en la montaña, despejar la mente y concentrarme en un problema a la vez para que junto a la paz que me da la naturaleza pueda encontrarle la solución correcta.

Fuera del deporte, ¿qué es lo que más disfrutas?

Comer bien, no hay cosa que me guste más que una buena comida. Obviamente viajar, conocer nuevos lugares, aprender de esas experiencias y vestir bien. Creo que esas son mis debilidades.

¿Cuál es tu lugar favorito de la Ciudad de México?

Si es para comer, te podría decir que el Rokai, en la Cuauhtémoc o el Merotoro, en la Condesa. Para ir a correr, La Pila o El Ocotal me pueden volver loco.