La industria del entretenimiento y las redes sociales ha crecido exponencialmente en estos últimos años. Las nuevas generaciones utilizan dispositivos móviles y social media desde muy temprana edad, mientras que las generaciones más viejas han tenido que adaptarse para poder comunicarse con sus familiares y disfrutar del contenido online.
El éxito que han tenido plataformas como Facebook, Instagram, Youtube, Twitter y similares, requiere que exista una contraparte que vea el contenido que publicamos y, al mismo tiempo, que el con- tenido de nuestro interés haya sido publicado por otros. A este efecto de crecimiento se le conoce como network effect y es lo que hace que redes sociales y plataformas de comunicación tengan un valor. Por ejemplo, ¿qué pasaría si solo diez de tus contactos tuvieran WhatsApp? La aplicación no tendría el valor que tiene ahora para ti y eso pasa con todas las plataformas sociales.
Gracias a estos medios han surgido nuevos empleos, además de que han revolucionado la publicidad y la comunicación. Han aparecido los llamados influencers, quienes capitalizan su con- tenido al anunciar marcas por medio de sus mensajes, ya sean tuits, videos, stories o ‘posteos’ de Instagram. Pero lo cierto es que son pocos los que pueden llegar a vivir de eso. Un ejemplo es el caso de Youtube, que hace algu- nos meses cambió las políticas de pago para los videos más vistos, reduciendo considerablemente las ganancias de los youtubers.
Por otro lado, la tecnología de blockchain ha generado una nueva revolución en el mundo del entretenimiento y las redes sociales a través de la plataforma Tatatu. Este proyecto de Andrea Iervolino, uno de los productores más jóvenes e innovadores de Hollywood, utiliza contratos inteligentes sobre la red de Ethereum para registrar la propiedad intelectual del contenido y así asegurarse de que los productores reciban lo que merecen, capitalizando ese contenido de manera honesta.
Además, Iervolino promete incluir las películas más exitosas del cine y la televisión en Tatatu y, a diferencia de Netflix o Amazon Prime, los usuarios no tendrán que pagar por verlas, sino que cada vez que visualicen algún contenido dentro la plataforma, recibirán el token TTU a cambio, mismo que podrán convertir a otras divisas en el momento que quieran. De hecho, el pa- sado 20 de junio de 2018, se presentó el token TTU en la Ciudad de México y recaudó $575 millones de dólares.
La misión del proyecto es crear una comunidad completa, donde los mismos TTU puedan ser utilizados para varios propósitos. Los actores recibirán como pago el token por sus apariciones en películas, mientras que los anunciantes necesitarán utilizar el token para pagar por la publicidad.
El proyecto ya está en el mercado y, por si fuera poco, están por lanzar la primera película financiada parcialmente en blockchain a través de Tatatu. Se trata de la historia de Lamborghini, protagonizada por Antonio Banderas y Alec Baldwin, misma que después de su presentación en la pantalla grande estará disponible al instante en Tatatu.
El mayor reto de estas plataformas es crear un network effect a través de buenos incentivos, y así ganar usuarios de otras plataformas existen- tes. Para darnos una idea del reto, los números para el primer cuarto de 2018, son los siguientes: YouTube con 1,500 millones de usuarios, Sound- Cloud con 175 millones, Spotify con 140 millones y Netflix con cerca de 110 millones.
¿Llegaremos a ver nuevas plataformas que logren rebasar a los grandes titanes de la comunicación y el entretenimiento?
Texto: por Luis Angel Adame Torres
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Ilustraciones: The Noun Project
