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Käthe Kollwitz, la última practicante del expresionismo alemán
 “Me gustaría ejercer influencia en estos tiempos en que los seres humanos están tan perplejos y necesitan ayuda”
Käthe Kollwitz, 1922

Las guerras son un conflicto sociopolítico que hunde imperios y modifica la historia mundial. Para el arte, las guerras de principio de siglo fueron causantes de trastornos en los ideales estéticos; un cambio violento, pero inevitable, que impulsó a crear nuevas perspectivas artísticas. La vida durante las guerras afectó a muchos artistas, empujandolos a desarrollar lenguajes plásticos sumamente expresivos, modificando sus estilos, forjando nuevos grupos y fundando corrientes. Käthe Kollwitz, una valiosa pintora, escultora y grabadora alemana afectada por la Primera y la Segunda Guerra Mundial, utilizó su trabajo como medio de protesta para enfrentar la injusticia social y el sufrimiento de la época.

Käthe creció en un círculo familiar sano, con una educación de clase media y una fuerte formación religiosa. La temprana muerte de sus hermanos le provocó ataques de ansiedad y, a causa de ello, se cree que sufría del síndrome de Alicia en el país de las maravillas, un trastorno neurológico que altera la apreciación visual y la imagen corporal, de modo que se percibe incorrectamente el tamaño de las partes del cuerpo.

Justo cuando estaba por comprometerse, su padre la convenció de elegir los estudios en arte sobre el matrimonio. Así, tomó sus primeras clases académicas en las que conoció al pintor y escultor simbolista Max Klinger, cuya influencia fue trascendental. En 1891, se casó con el médico Karl Kollwitz, con quien tuvo dos hijos; uno de ellos murió en un combate durante la Primera Guerra Mundial. La depresión por el fallecimiento de su hijo y la vida de casada la alejó un tiempo de la pintura.

Su obra es expresión del remolino que fue su vida: sumamente dramática, llena de emociones, registro de las inquietudes de la sociedad y reflejo de su experiencia como testigo de las dos guerras mundiales.

En 1933, su obra fue retirada de las galerías y se prohibió su exhibición. En 1936, la Gestapo amenazó con arrestarla junto con su marido y trasladarla a un campo de concentración; sin embargo, su edad y su fama hicieron que ella y su esposo llegaran a Sajonia como refugiados del príncipe Ernesto. Poco tiempo después, su esposo falleció y, a los tres años, su apartamento en Berlín fue arrasado por la guerra durante un bombardeo, destruyendo gran parte del trabajo de su vida. Durante sus últimos años, vivió cerca de Dresde, donde realizó escultura en bronce y algunos dibujos. Murió a dos semanas del término de la guerra, a los 77 años.

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Käthe Kollwitz (Königsberg, actual Kaliningrado, Rusia, 1867 – Sajonia, Alemania, 1945) 
Armstudien, 1905

Käthe Kollwitz, Armstudien, 1905, firmado y numerado K 333,
carboncillo sobre papel,
23 x 30.5 cm.

Publicado en: Nagel, Otto et al. (1972). The Drawings of Käthe Kollwitz. The Galerie St. Etienne, Nueva York – German Academy of Arts, Berlin, 1972, p. 253.

Käthe no logró ser tan conocida en vida, pero, debido a los contenidos fuertes y críticos de su obra, se convirtió en la última practicante del expresionismo alemán y en una de las guras más destacadas del realismo crítico de inicios del siglo XX. Sobresalió por ser la primera mujer en ser admitida en la Academia de Artes de Berlín, así como por realizar carteles contra la guerra y contra los escándalos por la clausura de sus exposiciones. Entre sus obras más destacadas, se encuentra la escultura autodescriptiva Madre e hijo muerto, la cual fue confiscada y usada por los nazis como imagen propagandística; hoy en día, la pieza es también conocida como La Pietá de Kollwitz y considerada un monumento a los caídos en Berlín.

La obra de Käthe comenzó a exponerse después de su muerte en la Academia de las Artes, en el Museo de Estampas y Dibujos, y en la Galería Otto Nagel Haus en Alemania. Posteriormente, con apoyo de la familia Kollwitz, un museo dedicado a su obra se inauguró en Colonia en 1985 y un segundo museo abrió en Berlín un año después. En 1988, se publicó El diario y las cartas de Käthe Kollwitz. Actualmente, diversos museos alrededor del mundo cuentan con obra suya en sus acervos.

Texto: María Fernanda Serrano -Especialista de arte moderno

Fuentes consultadas:


  • Nagel, Otto et al. (1972). The Drawings of Käthe Kollwitz. The Galerie St. Etienne, Nueva York – German Academy of Arts, Berlín, 1972, pp. 6-20.
  • Sitio oficial del Käthe Kollwitz Museum-Berlín. En: www.kaethe-kollwitz.de

  • Sitio oficial del Käthe Kollwitz Museum-Köln. En: www.kollwitz.de

  • Sitio oficial del National Museum of Women in the Arts-New York. En: https://nmwa.org

  • Sitio de la Encyclopaedia Britannica. En: www.britannica.com

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