Lo más reciente

Mark Power, un enfoque fuera de lo convencional

“THE STRONGEST OF THE STRANGE”

you won’t see them often for wherever the crowd is they are not. these odd ones, not many but from them come the few good paintings the few good symphonies the few good books and other works. and from the best of the strange ones perhaps nothing. they are their own paintings their own books their own music their own work. Charles Bukowski

Mark Power, el aclamado fotógrafo británico de 59 años, ha tenido una trayectoria muy interesante. Desde sus estudios universitarios en dibujo y pintura, sus primeras fotografías documentales en países como Tailandia y La India hasta finalmente enfocarse en sociedades contemporáneas y el sector industrial. Su trabajo se ha exhibido en el Victoria and Albert Museum, Los Angeles County Museum of Art y el Marrakech Museum of Photography and Visual Arts, entre otros grandes museos. Miembro de la Agencia Magnum, sus obras forman parte de importantes colecciones y muchas de ellas han dado la vuelta al mundo.

Mark Power, un enfoque fuera de lo convencional - mark-power-1
Foto: Cortesía

Power ha publicado nueve libros que abordan temas completamente diferentes, desde la restauración del edificio HM Treasury, un monumento inglés del siglo XIX, documentar la Polonia contemporánea, hasta un documento gráfico sobre el momento que rodeó al Brexit, en colaboración con el poeta Da- niel Cockrill. Algunos títulos son: The Shipping Forecast (1996), The Treasury Project (2002), 26 Different Endings (2007) y Die Mauer ist Weg! (2014).

Originalmente estudiaste pintura y dibujo. ¿Cómo fue que te interesaste por la fotografía?

Muy pronto después de graduarme. Fui a ver una exposición de pintura en la que el objetivo era entender cómo observar las pinturas para que tuvieran el efecto correcto en ti y así lograr comprenderlas. Después, en 1981, fui a mi primera exposición de fotografía, las obras expuestas eran muy impactantes, hablaban sobre la guerra y el hambre.
En la galería solo había otra mujer, que estaba llorando; me gusta creer que fue directamente afectada por las fotografías.

Posteriormente, me fui de viaje durante algunos años y terminé en Australia. Siempre llevaba un cuaderno de dibujo y una cámara, pero me encontré más inclinado hacia la cámara. En un nivel muy básico, la fotografía es sencilla, pero conforme tus expectativas crecen, se convierte en un reto.

Cuando regresé en 1983, tomé la decisión de convertirme en fotógrafo, hace 35 años.

Tu tiempo viajando después de la universidad ¿inspiró tu trabajo fotográfico?

No, porque yo estudié fotografía prácticamente en el Tercer Mundo, viajé a la India y a Tailandia fotografiando culturas exóticas y la pobreza que hay en esos lugares. Tradicionalmente, la fotografía ha sido una actividad realizada por un hombre de clase media, viendo hacia abajo, a las personas menos afortunadas que él, y yo estaba haciendo precisamente eso. La experiencia fue muy valiosa porque me enseñó que ese no es el tipo de trabajo que me gustaba. A veces hacemos cosas y descubrimos que no es lo que queremos hacer, esas fotos ya no son importantes para mí.

¿Cuál ha sido uno de los momentos más difíciles durante tu carrera como fotógrafo?

Mis primeros años fueron muy difíciles porque no tenía mucho dinero. El reto fue no convertir- me en un fotógrafo comercial, siempre tratarlo como algo preciado y encontrar la motivación para no darme por vencido. En cierto punto me rendí y empecé a entrenarme como carpintero y después, por suerte, alguien me dio algo de dinero que usé para viajar a Berlín. Llegué el día que cayó el Muro, en esa época no era muy común que las personas cargaran una cámara, por lo que mis fotografías circularon por
todo el mundo, rescataron mi carrera y mis deudas se pagaron en tan solo una noche.

¿Cuál ha sido el momento más emocionante o gratificante de tu carrera?

Estar en Berlín en medio de un evento de relevancia mundial y que haya sido feliz y no trágico fue increíble. También la publicación de mi primer libro. Cuando volteo a ver mi trayectoria como fotógrafo todo ha sido constante y emocionante, no hay un día que pase que no me dé cuenta de la suerte que he tenido de poder hacer lo que me encanta y hacer una carrera de esto. Saber que hay personas que están interesadas en mi trabajo es algo muy gratificante. Algo importante sobre la fotografía es que construyes un legado, algo físico que podemos dejar atrás cuando morimos.

Comenzaste a dar clases en 1992.

Tuve la fortuna de poder dar muy buenas clases y con excelentes estudiantes. Lo disfruté, hice grandes amigos con algunos de mis estudiantes, pero terminé perdiendo la pasión por enseñar porque el sistema educativo en Inglaterra cambió. También la clase que estaba enseñando se volvió más teórica que práctica y yo creo que la educación fotográfica debe tener un balance entre ambas. Y al final lo terminé dejando, pero creo que ser maestro ha sido una parte crucial de mi desarrollo como fotógrafo.

Mark Power, un enfoque fuera de lo convencional - mark-power-3
Foto: Cortesía
¿Qué es lo más importante que necesita saber un fotógrafo?

Pienso que la fotografía se parece a la pesca, en el sentido de que necesitas ser paciente, no solo para esperar el momento indicado para tomar la foto, sino también con tu carrera. En mi caso, creo que la mía tiene una fundación bastante sólida, mi éxito llegó después, fue construido lentamente y creo que eso es importante. Así que mi consejo sería tomarse su tiempo, no esperar éxito de un día para otro y hacerlo porque es algo que te apasiona. Fotografiar cosas que te gustan y que te importan. Aunque es una industria muy competitiva, si tienes una historia interesante que contar y lo haces con honestidad y compromiso, y tus fotos son buenas, entonces lo lograrás, aún existe un espacio para triunfar.

Si tuvieras que escoger entre los nueve libros que has publicado ¿con cuál te quedarías?

Hice un libro sobre la Polonia contemporánea que se publicó en 2010 o 2011, del cual estoy muy orgulloso. Siempre he sido muy cuidadoso con mis libros, nunca me he apresurado a publicarlos. Por casi seis años he trabajado en un libro sobre Estados Unidos, he estado haciendo de tres a cuatro viajes durante el año y probablemente seguiré haciéndolo por otros cinco años para cubrir toda la década. El primer volumen ya se publicó y estoy muy emocionado, siento que es uno de mis trabajos más fuertes hasta el momento.

¿Qué es lo que más te gusta fotografiar?

Siento que todo es fotografiable y no tengo una cosa favorita en particular. En este momento me está encantando fotografiar en Estados Unidos porque a mí me resulta exótico y diferente. Cuando viajas, las cosas se vuelven más interesantes: los olores, sonidos y sabores, pero también visualmente; México para mí ha sido así. Pero creo que eso no es suficiente, muchas de mis mejores fotografías han sido en Inglaterra porque es un lugar que entiendo, en donde tengo que profundizar. Pero siento que trabajar en lugares exóticos está bien, siempre y cuando estés consiente de que eres ajeno a ese lugar, que lo cuestiones constantemente y reconozcas qué perspectiva le puedes dar a esa cultura.

Cuéntame sobre el proyecto con The Macallan.

He tenido una sucesión de proyectos de construcción desde 1997, uno después del otro. En trabajos anteriores, he negociado para hacer mi propio trabajo dentro de un sitio de construcción en lugar de que me digan qué hacer. Esto a veces puede ser complicado porque las personas que te están pagando tienen una visión de lo que quieren. En el caso de The Macallan, con Ken Grier no hubo negociación, simplemente me dijo: “Haz lo que quieras”. Y de la misma forma que yo no le diría a Macallan cómo hacer whisky, realmente aprecio que no me hayan dicho cómo tomar fotografías. Y hay una gran diferencia en un proyecto en donde pones total esfuerzo y dedicación, a uno en donde solo lo haces por el dinero.

¿Qué otro proyecto de construcción has fotografiado?

Fotografié un edificio llamado el Millenium Dome, en Londres, que fue construido conmemorando el inicio del nuevo milenio. El proyecto fue llevado por el Consulado Británico a través de América del Sur y estuvo en alrededor de 25 museos diferentes. Esto no hubiera sucedido si no hubiera tenido esa libertad y confianza por parte de quienes me contrataron.

Entrevista por Camila Creel
Fotos cortesía de Mark Power