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MELCHIOR

Maximilian Büsser, fundador de MB&F y aficionado de Star Wars, afirma que Luke Skywalker nunca habría podido vencer sin la ayuda de androides fieles e ingeniosos como R2-D2. Desde niño ha sido muy soñador y recuerda que siempre quiso tener un compañero fiel robot que estuviera a su lado durante sus aventuras. Fue así como, bajo el lema “un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido”, surgió la idea de crear Melchior, un robot inspirado en nuestros sueños de la infancia, que a su vez alberga un reloj de sobremesa.

La creatividad es la herramienta más importante para la empresa relojera MB&F y, para celebrar su décimo aniversario, este laboratorio horológico con sede en Ginebra, ha preparado una serie de creaciones conmemorativas. Como primer proyecto, realizado en conjunto con L’Epée, presentó Melchior.

L’Epée, fundada en 1839 por Auguste L’Epée en Francia, es el único fabricante suizo de alta relojería de sobremesa que por más de 175 años ha ocupado un lugar distinguido en la fabricación de relojes. En el siglo XX, destacó por sus grandes creaciones y su reputación alcanzó rango de Estado, pues un reloj de esta marca era el regalo que los funcionaros del gobierno francés otorgaban a sus invitados más distinguidos. Hoy en día, L’Epée ha diseñado una increíble colección de relojes de sobremesa compuesta por relojes de carruaje clásicos, relojes de diseño contemporáneo y relojes minimalistas y vanguardistas.

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MB&F ha tenido la oportunidad de colaborar junto con L’Epée para crear este magnífico reloj. Su elegante armadura, su cerebro animado, su brazo derecho armado con un lanzacohetes y el izquierdo con una ametralladora, hacen de él un increíble robot sofisticado. Sin embargo, si lo miras más de cerca, te darás cuenta que en realidad es un reloj de sobremesa, con horas saltantes, segundos de barrido continuo, segunderos con doble retrógrado y una reserva de marcha de 40 días, siendo lo normal para este tipo de relojes de ocho días.

Está compuesto por 480 piezas, cada una de ellas diseñadas y fabricadas en el taller suizo de L’Epée específicamente para Melchior. Además de la elaboración de un mecanismo de cuerda y ajuste en acero inoxidable con forma de ametralladora Gatling.

La autonomía de Melchior es otra gran característica que lo diferencia de cualquier otro reloj de sobremesa. Para crear su movimiento de gran visibilidad se realizó un chapado esquelético en latón bañado en paladio, que también recubre el mecanismo del movimiento. Para mejorar la lectura de la hora, se ideó una aguja saltante con un desplazamiento más “lento”. Esto permite que el disco de las horas permanezca estático durante 55 minutos, para iniciar su movimiento justo cinco minutos antes de la nueva hora, con lo que el cambio de horas se produce sutilmente.

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Finalmente, un robot no está completo si no se puede jugar con él. La parte superior de los brazos de Melchior giran, mientras los antebrazos se mueven para apuntar el lanzacohetes de su brazo derecho. La metralleta de su brazo izquierdo se puede retirar para utilizarla como mecanismo de ajuste y dar cuerda al reloj.

Cuenta con dimensiones de 30.3 cm x 21.7 cm y un peso de 6.3 kg. La cabeza está formada por una cúpula de cristal pulido, atornillado por un bisel pulido de latón bañado en paladio, elemento que también recubre la caja torácica y la columna vertebral. El abdomen y las piernas son de acero inoxidable.

El nombre de Melchior viene de una tradición familiar de Max Brüsser. Durante más de cinco siglos, los hijos mayores de la familia Büsser se llamaban Melchior o Balthazar. Su abuelo se llamaba Melchior y lo detestaba, de tal forma que se hizo llamar Max por todos. Cien años más tarde, ya rota la tradición familiar, a su nieto le encantó el nombre de Melchior.

Este magnífico robot-reloj de sobremesa se presenta en una edición de 99 ejemplares y está disponible en una versión monocromática, “luz”, y otra en dos tonalidades, “luz y oscuridad”, con componentes con tratamiento PVD.