“¡Oh, Capitán, mi Capitán! ¿Conocen de quién es ese poema?”, comienza el parlamento de Alfonso Herrera al interpretar a John Keating, el nuevo profesor de Literatura en la estricta Academia Welton. A partir de ese momento, el rumbo de sus estudiantes cambia para siempre, se vive cada instante intensamente, sacándole todo el jugo a la vida. Al salir de la obra en el Nuevo Teatro Libanés, el “carpe diem” se integra al modo de vivir de todos los espectadores.
Llevar al teatro la obra La Sociedad de los Poetas Muertos es un gran reto. Después de conocer el libro y la película de 1989, protagonizada por Ro- bin Williams, las expectativas del público son altísimas. Pero la obra dirigida por Francisco Franco supera expectativas al estar creada con ciertos elementos que destacan en las dos horas de función: rigor, creatividad y pasión. México es el primer país latinoamericano que presentará esta obra, después del montaje que realizó, en la ciudad Nueva York, la Classic Stage Company, en 2016.
La obra, adaptada por Tom Schulman a partir del texto original de Nancy H. Kleinbaum, cuenta con un elenco joven que sorprende en el escenario: Luis Coutuier, Pablo Flores, Sebas- tián Carpio, Sebastián Aguirre, Michel de León, Constantino Morán, Germán Bracco, Jatzke Fainsod, Alejandro de Hoyos, Martín Saracho, Alejandro Puente, David Montalvo, Mauro Sánchez Navarro, Paco Rueda, Lucy Vilmo, Gonzalo Vega Jr. y Lion Bagnis acompañan en el teatro a Alfonso Herrera a contar la historia de unos jóvenes que luchan por sus sueños a través de la literatura.
Francisco Franco logra convertir la dramaturgia en pura poesía: desde las actuaciones, la música y la escenografía hasta la adaptación del guion al público mexicano, todo lo alcanza triunfalmente.
“No olviden que a pesar de todo lo que les digan, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo […]. Les contaré un secreto: no leemos y escribimos poesía porque es bonita. Leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana; y la raza humana está llena de pasión”, recita Herrera en una de las escenas más impactantes de la obra, “la medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería, son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana. Pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor son cosas que nos mantienen vivos”.
FACTS
- El Nuevo Teatro Libanés fue remodelado por OCESA para ofrecerle al espectador una mejor experiencia.
- La obra estaba planificada para estrenarse anterior- mente, pero luego de una pausa, retomaron el proyecto el pasado diciembre.
Fotos cortesía de La Sociedad de los Poetas Muertos.
Texto por Camila de la Fuente
